¿ELECCIONES DEMOCRATICAS?
En las actuales circunstancias, el Estado peruano, se encuentra en un proceso de descomposición general, reflejado en la crisis económica, social y moral galopante, peor que en la época de la guerra con Chile. En ese contexto, los Jurados Electorales Especiales, organismos generados desde el nauseabundo Poder Judicial, tienen nula credibilidad en cuanto a transparencia, más aun, los antecedentes de claros indicios de manipulación en favor de quienes ostentan el poder económico y político de la región y el país. Por tanto,¿ puede haber seriedad y sobre todo pulcritud en un proceso electoral con grandes nubarrones?. ¿Sí, tenemos a un Presidente de la ONPE a nivel nacional defenestrado por actos que lindan con lo ético, de la cual se derivan todos los actos reñidos con las buenas costumbres democráticas? ¿Puede ser democrático, cuando observamos a las denominadas agrupaciones políticas, derrochando y haciendo gala de grandes recursos financieros, frente a otras que no tienen dinero ni para difundir un spot publicitario y tienen que caer en la orfandad hasta ridícula? Cualquier ciudadano con toda la capacidad intelectual, profesional y capacidad moral, no puede aspirar a un cargo público, si junto a él, no cuenta con la logística adecuada para enfrentar la guerra económica electoral. Por otro lado, una población con nula educación política, no tiene la capacidad analítica de distinguir lo bueno de lo malo. Apabullados por la propaganda, cual huayco de ofrecimientos por todos los medios de comunicación, son persuadidos de modo fácil hacia los intereses protervos de los candidatos a las contiendas regionales y municipales. Más grave aún, cuando desde hace treinta años, usando el asistencialismo y el clientelaje, se ha hecho costumbre hacer campaña electoral con regalos, dadivas, dinero; degradando la dignidad de las personas, sobre todo en los sectores humildes. En las zonas rurales, el poblador pregunta a cualquier candidato: ¿qué me vas a regalar? y de acuerdo a ello, optara por el voto respectivo. Por todo lo anterior, aspiramos a una sociedad democrática, donde en condiciones similares puedan competir las listas electorales. De igual modo, suscribimos la tesis de generar verdaderos PARTIDOS POLITICOS, con ideología, doctrina y planes de gobierno aplicables a cada circunscripción. Apostamos por el voto voluntario, donde el poblador no sea coaccionado ni manipulado por la opulencia económica. Masiva educación política en centros educativos, universidades e institutos superiores, así como también a la población en general, con el propósito de tener verdaderos CIUDADANOS, con capacidad reflexiva y analítica; dejando atrás el ser borregos en cada contienda electoral, sujetos a la publicidad engañosa. Usted, amable lector, tiene la gran responsabilidad de asumir un voto consciente, reflexivo o de lo contrario descarte cualquier opción, para no sentirse responsable de cualquier fracaso o frustración reiterada en toda la región central.